martes, 19 de abril de 2016

ZEUS


En la Grecia clásica, Zeus, era el Dios más importante y destacado, porque era al mismo tiempo el padre de los Dioses y de los Hombres. Su principal función era la de gobernar a los Dioses del monte Olimpo y supervisar el universo.

Por otra parte, Zeus era considerado como el Dios del trueno y del cielo.

Tradicionalmente se le representó en dos posturas bien distintas entre sí, por un lado, avanzando con un rayo levantado en la mano derecha y por otro sentado de manera majestuosa como buen Dios de Dioses. Entre sus atributos se cuentan: el rayo, el águila, el toro y el roble.





Zeus era hijo de Crono y de Rea y en el aspecto sentimental, de acuerdo a la mayoría de las tradiciones, Zeus, estaba casado con Hera, con ésta habría engendrado a otras deidades como Ares, Hebe y Hefesto, sin embargo, si tenemos en cuenta al oráculo de Dódona su esposa era Dione y con ella habrían sido los padres de la diosa Afrodita. Pero con éstas dos no termina la cuestión sentimental de Zeus sino que es tan solo una pequeña parte, ya que Zeus se hizo muy popular por sus aventuras y romances, de las cuales nacieron tantísimos dioses y héroes de la mitología griega tal es el caso de Apolo, Artemisa, Hermes, Atenea, Perséfone, Perseo, Dionisio, Heracles, Helena, Minos y las Musas.



Así
 como sucedió con cada dios griego y Zeus no iba a ser menos dada su relevancia, se lo veneró en diversos lugares y a través de diferentes maneras, aunque el principal centro en el cual se concentró la rendición de pleitesías y honores fue Olimpia; durante el festival cuatrienal que se desarrollaba allí y que incluía los famosos juegos olímpicos se llevaba a cabo el culto a Zeus. También había un altar dedicado a él, construido de la ceniza producto de los restos de animales sacrificados allí.


Pero como bien indicáramos líneas arriba, Zeus, fue un dios supremo ampliamente popular que asumió la autoridad de diversas áreas: era el patrón de la hospitalidad y los invitados, vengador de injusticias, vigilante de los juramentos, vigilaba los negocios y castigaba a los comerciantes deshonestos, era portador de la libertad, entre otras cosas y fue veneradísimo en diversos e importantísimos puntos de Grecia: Creta (reconocida como su lugar de nacimiento), Caria, Etna, Isla de Cefalonia, Esparta.

Zeus habría llegado a ser el dios de dioses tras recuperar a sus hermanos tragados por su propio padre Crono, en recompensa por su acción, los cíclopes le entregaron el trueno. Tras imponerse en la batalla de los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, a Zeus le tocó el cielo, a Hades el inframundo o mundo de los muertos y a Poseidón las aguas.



martes, 12 de abril de 2016

TUTANKHAMON

El culebrón egiptológico de la tumba de Tutankhamón evoluciona hacia sorpresas sensacionales. Aún hay que ser cautos y ver en qué queda pero ya parece totalmente garantizado (a no ser que se trate de un fraude o una metedura de pata mayúsculos) que en el sepulcro del joven faraón en el Valle de los Reyes existen espacios que desconocíamos en los que aguardan cosas.


Últimos descubrimientos en la tumba de Tutankamón
Según los resultados del análisis no intruso con radar realizado por el experto japonés Hirokatsu Watanabu y presentado ayer por el Gobierno egipcio, existen dos espacios vacíos detrás de los muros norte y oeste de la cámara funeraria de la tumba, ocultos tras las pinturas. Detrás del muro norte, se ha detectado un hueco o nicho de hasta 1,5 metros de diámetro y 2 metros de profundidad, detectado con rayos infrarrojos, y el escaneado reveló también que en la misma pared existe un hueco, quizás una puerta de acceso a la cámara oculta, que fue cubierto con material más ligero que el resto de las paredes hechas de piedra maciza. El escaneado ha detectado materiales metálicos y orgánicos en esos espacios.


A partir de aquí todo es posible. Hay que recalcar que el solo hecho de la existencia de espacios ignotos en la tumba de Tutankamón resulta sensacional. El sepulcro hallado en 1922 por Carter es una de las estructuras más conocidas y representativas del patrimonio mundial y seguramente el lugar emblemático de la historia de la arqueología. Cualquier cambio en lo que se conoce de esa tumba —su planta, propósito o contenido debe calificarse de extraordinario.
El ministro de Antigüedades egipcio Mamdouh Eldamaty, que presentó ayer los estudios, explicó que se realizarán más análisis con otros expertos internacionales. Solo entonces se discutirá la posibilidad de entrar en los espacios hallados, y por dónde. Oficialmente, Eldamaty no ha elevado su porcentaje de seguridad de que haya algo detrás de los muros: se mantiene en el 90 %. Pero extraoficialmente habla de cámaras, corredores y posible continuación de la tumba. Su precaución ahora, que resulta curiosa, puede obedecer tanto a un repentino escepticismo como al vértigo ante la tarea que le aguarda. En todo caso quedan muchos pasos que dar —y la prudencia es fundamental: no se puede agujerar la tumba como un gruyere— y esto puede durar mucho. Hay que armarse de paciencia.

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miércoles, 6 de abril de 2016

LA VERDAD SOBRE EL FALSO FRAUDE DE LAS PINTURAS RUPESTRES DE ALTAMIRA

Hoy está casi olvidado el hecho de que los descubridores de las pinturas rupestres de Altamira murieran en el más absoluto descrédito, pues se les consideraba autores de una monumental superchería hasta que, en 1902, el historiador francés Cartailhac se retractó públicamente de haber negado la autenticidad de las pinturas. Ponía así fin a un debate que había amargado los últimos años de los descubridores de la cueva y de los defensores de su integridad profesional.




La polémica cueva de Altamira había pasado inadvertida durante siglos, pues una serie de derrumbamientos habrían cegado su entrada, hasta que, quizá por las detonaciones de una cantera cercana, se produjo una grieta, descubierta en 1868 por Modesto Cubillas, aparcero de Marcelino Sanz de Sautuola, propietario de estas tierras, a quien comunicó el hallazgo. Sautuola poseía una amplia formación científica, especialmente en ciencias naturales, y sentía gran atracción por la prehistoria, pero no realizó la primera prospección de la cueva hasta 1876.
Dos años después, visitó las exposiciones del Pabellón de Ciencias Antropológicas de la Exposición Universal de París y, en 1879, mientras excavaba acompañado de su hija María, ésta le comentó: "Papá, allí hay bueyes pintados". El reconoció que no se le habría ocurrido nunca mirar el techo de la cueva, pues lo que hacía era buscar en el suelo materiales líticos y restos de la presencia humana. Pero ante la visión de aquellos dibujos, los relacionó inmediatamente con los bellos objetos de arte mobiliario observados en la exposición parisina.



Datos publicados por el periódico El Mundo, el día 1/04/2016